Cancún 2025: Sargazo no afecta turismo de bodas
Aunque el sargazo ha llegado a las costas de Cancún, el turismo de bodas sigue firme, romántico y con arena entre los dedos. La temporada baja —que se extiende de julio a septiembre— no ha frenado a las parejas que sueñan con un “sí, acepto” frente al mar turquesa. Al contrario: mexicanas y extranjeros siguen eligiendo este paraíso como escenario para su gran día, demostrando que ni el alga ni la marea pueden con el amor.
Rosario Hernández, presidenta de la Asociación de Coordinadores Independientes de Bodas y Eventos Profesionales, confirmó que el sargazo lejos de espantar, abrió nuevas oportunidades para proveedores especializados en limpieza y ambientación de espacios nupciales. “Hay empresas que se dedican exclusivamente a dejar perfectos los rincones donde se celebran las bodas. Eso garantiza una ceremonia limpia, segura y, sobre todo, inolvidable”, explicó.
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Creatividad frente a la marea
El segmento de bodas en Cancún se ha vuelto más creativo y resiliente. La presencia del sargazo ha motivado a novias, novios y wedding planners a explorar otras joyas naturales de la región. Así, el fenómeno ecológico sirvió para que creciera el interés por escenarios alternativos como cenotes, selvas y jardines secretos en la Riviera Maya.
Hernández subrayó que este cambio no solo diversifica la oferta, sino que también posiciona a Cancún como un destino versátil para todo tipo de enlaces: bohemios, tradicionales, lujosos o íntimos. “Las bodas en cenotes y selvas han crecido notablemente. Son mágicas, diferentes y están muy de moda entre parejas que quieren algo más que arena y mar.”
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Cancún: más que playa, un destino de amor todo el año
Aunque julio, agosto y septiembre son considerados meses “bajos” para las bodas en playa, Cancún sigue manteniéndose como uno de los destinos más solicitados del mundo para casarse. El encanto del Caribe Mexicano, sumado a la hospitalidad local y a la infraestructura especializada para eventos, mantienen el sector fuerte.
La realidad es clara: el sargazo no es un obstáculo, es una oportunidad de reinvención. Y el amor, ese sí que no se cancela.
